La compañías de seguros chinas han comenzado a pagar las indemnizaciones a las familias de las víctimas del vuelo MH370. No obstante permaneces la ira de muchos de ellos por el trato que les está dando la compañía Malasyan Airlines.
En Kuala Lumpur, de donde salió el avión, las oraciones y los deseos de todo aquel que se ha acercado a recordar a las víctimas, siguen colgando de un memorial improvisado en el aeropuerto.
Un miembro de una asociación asiática en Australia explica cómo están ayudando: “La mayor parte de las familias que vienen aquí necesitarán un poco de apoyo, emocional y logístico también. Lo importante es que hablamos el idioma, entendemos su cultura. Sabemos qué necesitan”, dice Sammy Yap, de la asociación Chung Wah.
A bordo del aparato siniestrado viajaban 239 personas, dos tercios de las cuales eran chinos.