Más de 300 multinacionales, entre ellas, Pepsi, Ikea o Deutsche Bank, se han beneficiado de acuerdos, bendecidos por las autoridades fiscales luxemburguesas, que les han permitido eludir pagar gran cantidad de impuestos.
Las compañías podían llegar a pagar un 2% sobre sus ganancias, frente al 28,6% que rige en Luxemburgo (o el 21% de media europea si se tiene en cuenta que muchas de esas cantidades tendrían que tributar en el país europeo donde se genera la actividad económica de la empresa, no en Luxemburgo).
Estos acuerdos se firmaron mientras el actual presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Junker, era primer ministro y ministro de economía del país.
Actualmente en Europa se consideran paraísos fiscales Gibraltar, Suiza, la Isla de Man, la Isla de Jersey, Mónaco, Malta, la propia Luxemburgo y, la tan de moda en España, Andorra.