La Juventus llegaba a Alemania con la intención de morir en el campo, tras el empate a 2 conseguido en la ida. Los neroazzurro a punto estuvieron de llevarse el gato al agua, ya que se pusieron por delante con goles de Pogba y Cuadrado, pero luego los de Guardiola se pusieron en modo apisonadora y el partido terminó 4-2 para los bávaros.