VIGESIMOQUINTO YO
Habito una región del Congo
y ostento diferentes formas:
jefe de tribu, guerrero bien armado,
con estatura mayor a la normal.
Llegué a la Tierra de manera mágica,
cuando había plantas pero no animales;
vomité nueve criaturas distintas a los peces,
pero noté que algo faltaba y arrojé una más,
dando origen a la especie humana.
Dicté leyes para su comportamiento,
hasta que alguien se negó a cumplirlas;
la envié entonces al espacio sideral
haciéndola mujer, y sin matarla.
Lo hubiera hecho sin remordimiento
de no haber sido por su gran belleza,
que me indujo a coronarla reina
del fuego que alienta los mortales
en momentos de angustia y soledad.