WinRAR consigue excelentes niveles de compresión, pero no todos los usuarios lo tienen a mano. ¿Qué podemos hacer si quisiéramos distribuir un archivo RAR y asegurarnos de que el receptor pudiese descomprimirlo?
La solución consiste en crear un archivo autoextraíble. Para ello sólo necesitamos acceder mediante el menú contextual a la opción “Añadir al archivo”. Dejando marcado RAR, elegimos el nivel de compresión y marcamos “Crear un archivo autoextraíble”
Para alcanzar una compresión aún mayor, podemos marcar “Crear un archivo sólido”. En este caso es muy recomendable añadir un registro de recuperación, puesto que un archivo sólido es más difícil de rescatar en caso de error. Si no queréis ofrecer una ruta de descompresión por defecto, podéis cambiarla en la pestaña Ficheros.
Al abrir el fichero aparecerá el instalador típico de WinRAR, que ofrecerá una ruta por defecto muy fácil de cambiar. ¿Cómodo, verdad?