El cinismo explícito debe ser el mayor mal del poder actual. La negación de la realidad es proverbial en comunidades cerradas; el macrismo, - ese mundo de CEOS, traficantes de angustia sojeros y megabancos es un patriciado cerrado. “La realidad que opera para ellos, no necesariamente es la realidad-verdad” que el resto de nosotros podemos ver y escuchar, pero si a este mundo le llegan noticias cargadas de quejas de aquellos que padecen otras realidades producto de sus decisiones; la niegan.
Una negación de lo evidente, una impugnación cínica a lo que se percibe y que se sostuvo hasta hoy, en tensión entre la “pesada herencia” y un futuro promisorio. La patente negación de lo evidente es uno de los rasgos característicos de las mentiras vitales; y si la evidencia es tan brutal que no puede ser ignorada, siempre queda el recurso de tratar de modificar su significado.
Los indicadores económicos dan fatalmente mal pero sin desparpajo; "Macri no dijo lo que dijo" o "estamos trabajando en esos problemas"; porque ahora “sí se puede” y pronto: - el año que viene-, " seremos algo parecido a Suecia" y llegará la prometida “revolución de la alegría”.
Inmutable ante la pregunta de compañías offshore en Panamá y su falsedad de que eran sociedades inactivas el jefe de gabinete Marcos Peña Braun dijo: “quédense tranquilos que tenemos un “presidente con amor” y eso lo debemos agradecer” y que ha nombrado un fideicomiso ciego.
“Saben Uds. lo que es eso; ¡por primera vez en la historia que los argentinos estamos llenos de energías positivas! EL LIBRETO DE DURAN BARBA