Ana Julia relata que vio a Gabriel con un hacha en la mano y que comenzó a insultarla. Confiesa que no se acuerda si tras ese momento le quitó el hacha, que sólo recuerda de que le puso "la mano en la cara" para que dejara de decirle "esas cosas", tapándole la nariz y la boca. "Veo por allí una pala y digo, 'pues lo entierro aquí al niño'", concluye.