Un día después los franceses
respiran más tranquilos. A primera hora de la mañana los bomberos conseguían
controlar las llamas que devoraban la catedral de Notre Dame. Tras el derrumbe
de la aguja, muchos temían que la estructura también cediera. Finalmente no ha
sido así aunque las autoridades alertan sobre la fragilidad del conjunto...y la
pérdida de tesoros de incalculable valor. Algunos pudieron ser recuperados
gracias a una cadena humana.