Cientos de miles de ñus y cebras migran de Tanzania a Kenia y viceversa cada año. 
Pero en su camino se interpone el río Mara, lleno de enormes cocodrilos del Nilo a la espera de darse un festín. 
Este ñu es uno de los más afortunados del mundo: escapó por poco de la mandíbula de un cocodrilo. 
El cazador no se desesperó y se llevó a otra presa.