Mark Hallet, neurólogo investigador afirma que:"El libre albedrío no existe, es una percepción y no un poder... La gente tiene la sensación de ser libre pero no lo es." Michael Silberstein, filósofo de la ciencia del Elizabethtown College de Pensylvania se pregunta si entonces las acciones humanas pudieran ser la consecuencia de "una especie de extraño poder mágico". Su demanda es que "sea lo que sea ese poder, alma o espíritu, esa gente tiene que explicar como pudo independizarse del universo físico y aún así extender el brazo desde el mundo inmaterial e inmiscuirse en nuestras agitadas neuronas".El fisiólogo Benjamín Libet intenta explicar estos fenómenos estableciendo la existencia de un "cerebro consciente" y otro "cerebro inconsciente", que conducen a que "la decisión de actuar sea una ilusión" y agrega que "el cerebro inconsciente propone y la mente dispone". Con el término mente parece referirse al “cerebro consciente”
El artículo de Dennis Overbye y las citas transcriptas me hacen pensar que los neurocientíficos y algunos de los discípulos de William James,desorientados, al no poder seguir basando las decisiones, los actos, las elecciones, los discursos del sujeto en la consciencia, han decidido establecer la existencia de un “cerebro inconsciente”. Para poder monopolizar la "patente" de su invento tienen obviamente que negar la validez e incluso la existencia del psicoanálisis y del mismo Sigmund Freud, de su obra y de la de sus continuadores.