Carlos Robledo Puch es detenido y su caso conmociona a la sociedad argentina. Tiene 20 años recién cumplidos y, detrás de sí, 11 asesinatos. La policía encuentra su cédula de identidad en el bolsillo de su última víctima, Héctor Somoza, su cómplice en robos y asesinatos y así es capturado. Hijo de una familia acomodada de Vicente López, es condenado en 1980 a reclusión perpetua y se encuentra en el penal de Sierra Chica.