Lo que comenzó como una celebración en la previa del partido terminó en descontrol y violencia. Hinchas realizaron una multitudinaria caravana hacia el estadio, generando caos vehicular y avanzando en contramano, poniendo en riesgo la seguridad de los transeúntes.
En medio del recorrido, dos hombres se enfrentaron a golpes en plena calle, situación que escaló cuando un grupo de simpatizantes intervino, dejando a uno de ellos en el suelo tras una agresión.
Además de las peleas, la imprudencia de los hinchas alteró el tránsito con motos realizando maniobras peligrosas y explosiones de escapes modificados.
