La entrega de 218 viviendas protegidas en régimen de alquiler en Sevilla le ha servido a Pedro Sánchez para dar un tirón de orejas a las comunidades autónomas, esencialmente las gobernadas por el PP, que no aplican la Ley de Vivienda. Y, específicamente, a Andalucía, delante de su presidente, Juanma Moreno. "No funciona que nos crucemos de brazos", le ha dicho Sánchez al andaluz.