Lo más impactante de la historia de Miguel Talavera es la transformación de su experiencia, desde la euforia inicial al llegar a Malvinas hasta lo doloroso de la rendición, pasando por las profundas secuelas emocionales y sociales que dejó la guerra. La conmoción de perder a su compañero en combate, el miedo constante, el hambre, el frío y el agotamiento físico, junto con la angustia de no saber si volverían con vida, son aspectos impactantes de su relato.