En el barrio Alberti de Córdoba, un sacerdote ha denunciado la presencia de un narconegocio organizado y la posible complicidad policial tras el tiroteo a una joven de 19 años. El padre Horacio, con más de 40 años en la comunidad, relata cómo los narcotraficantes cooptan a jóvenes para trabajar en el tráfico de drogas, afectando incluso a colegios locales. A pesar del peligro, el sacerdote se siente protegido por su comunidad y continúa su labor pastoral sin miedo. Esta situación refleja un problema creciente que también afecta otras provincias argentinas.