Solo un sádico sería capaz de justificar con su propia fe en el dios que sea una condena en vida a un sufrimiento atroz y continuado que no tiene solución alguna.
Solo un padre o una madre con el cerebro deformado por una secta cruel sería capaz de soportar el dolor sin remedio de una hija, día tras día, segundo tras segundo, y contra la voluntad de ella.
Solo un juez, o jueza, igualmente fanático y -por descontado- injusto, alargaría la agonía física y mental de una mujer que desea ponerle fin y morir con dignidad conforme a una ley que ha hecho de España un país mejor.
Las idas y venidas judiciales de la eutanasia que se había concedido a Noelia cumpliendo escrupulosamente su voluntad solo confirman que lo de la “compasión” que predicaba Jesucristo, la ultraderecha ultracatólica se lo pasa por el forro.
Para activistas como Abogados Cristianos, sus financiadores y sus cómplices institucionales -sean jueces o diputadas-, la no-vida, el dolor atroz de Noelia, solo es un arma de manipulación masiva para conseguir sus fines, que no son en absoluto cristianos, sino políticos de la peor calaña y van contra el derecho de cada uno y cada una a decidir sobre su vida y su muerte de la forma más garantista posible, con la dignidad que todas las personas merecen.
Noelia, tetrapléjica y sometida a un dolor insoportable desde hace demasiado tiempo, quiere morir con esa dignidad y pidió la eutanasia a las autoridades competentes, que tras un proceso riguroso e independiente, se la concedieron insistiendo en la plenitud de las facultades de la joven de 24 años.
El padre de Noelia ha dicho que su hija no se va, aunque ella quiera, y los abogados carroñeros han corrido a su lado para llevarlo bajo palio a los tribunales a frenar el derecho a la muerte digna de Noelia y alargar su dolor hasta que -dicen- le dé la gana a su dios, al que otorgan una extrema bondad como si esa divinidad fuera un chiste macabro.
A los letrados del dolor y al padre de Noelia se han sumado unos jueces deseosos, no de hacer justicia, sino de imponer su sectarismo religioso. Solo así se explica que una eutanasia concedida con todas las garantías sea frenada por una pandilla de fanáticos. Si dios existiera, desde luego, ya habría disuelto a esta cuadrilla que prostituye el sufrimiento de una persona por obtener influencia política.
Solo por que Noelia, otras personas antes y otras que vendrán si los tribunales siguen albergando a los soldados de estos ultras… Solo por que Noelia no padezca más esa tortura, debemos exigir los y las españolas un Estado laico y de verdad solidario, que lleve a todas las religiones al lugar privado que les corresponde e impida más ensañamiento en su nombre, que bastante hemos tenido a lo largo de la Historia.
Así que borren de nuestras leyes de una vez cualquier atisbo de derecho de los creyentes a sentirse ofendidos solo por el hecho de serlo, en contra del derecho universal a la libertad de expresión. No les permitan recurrir en nombre de dios, el q