"El 12 de marzo le vino bien en el fondo a Simeone. Con esto no quiero decir que él no quisiera clasificarse para cuartos de la Champions, no, no digo eso, sino que cuando Marciniak anuló el gol de Julián Álvarez y el Atleti se quedó fuera, él hizo virtud de la necesidad y se agarró a ese clavo polaco para justificar una temporada desastrosa, otra temporada desastrosa más".