Hay momentos en la vida de un periodista cuyo solo recuerdo basta para olvidar todas las penalidades de la existencia cotidiana y este no es uno de ellos, pero coincidirán conmigo en que el espectáculo es para partirse la caja de risa.
Toda la ‘Banda del Peugeot’, Koldo, Ábalos, Cerdán y por supuesto Sánchez -sin cuya labor como Nº 1 tanta corrupción no hubiera sido posible- imputada o a punto de serlo.
Y el amo ordenando a la recua socialista meterse en el corral y resistir.
Vamos a ver cuánto aguantan las paredes del búnker, pero detecto fisuras y no sólo en el PSOE sino también en la ‘Brunete Pedrete’ periodística.
Lo de ayer en la Cadena SER fue antológico. Estaban con el ultimo informe de la UCO, que sale en cualquier momento y tiene al comisionista Cerdán como estrella, y Aimar Bretos preguntó a Inma Carretero sobre qué última hora había desde el PSOE.
La tal Carretero, sin darse cuanta de que tenían los micrófonos abiertos, comenzó a despacharse a gusto:
“Pues estoy justo hablando con María Jesús Montero y me pregunta si se de alguien que tenga el informe. Están perdidísimos. No lo tienen y Pedro lo que les está trasladando es que…”.
En ese momento, con voz de ataque cardiaco, el presentador alertó a su colaboradora:
¡Inma, estamos en antena, ehhh!
La periodista de ‘El País’ solo acertó a balbucir un atribulado ‘¿perdón?’
Estos facinerosos no es sólo que no controlen el relato. Es que no se enteran. No saben qué hacer y si siquiera por donde vienen los palos.
No creo que Sánchez sacrifique a Santos Cerdán, de momento, porque el marido de Begoña es de la tesis es que si aflojan un tornillo se les desmorona el mecano, pero tanto él como la cuadrilla viven en pánico.
No se si vieron el pasado martes a Ábalos, embutido en un chandal de rebajas, haciendo declaraciones justo después de que los guardias civiles de la UCO concluyeran el registro de su casa en Valencia.
El tipo, que hace unos meses circulaba orondo por los platos de televisión afirmando sin ponerse colorado que todo es mentira, ha perdido peso.
Me recordó a Chenoa cuando la dejó Bisbal.
Y más allá de la amargura que traslucían las palabras de quien fue Nº-2 2 del PSOE y ministro de Transportes, lo que me impactó fue la reiteración con la que repetía dolido -en evidente referencia al fiscal García Ortiz, a Santos Cerdán, Begoña o Azagra- que a él no se le ha aplicado la ‘presunción de inocencia’.
No es un mensaje a los jueces. Ni siquiera a la prensa no admita al régimen. Es un misil a Pedro Sánchez.
Se les esta poniendo a estos la cosa color de hormiga.