La Alianza firmará un nuevo objetivo de inversión del 5%, pero España tendrá una senda de gasto propia para hacer frente a las obligaciones que le corresponden dentro de la Organización.
La OTAN "dará a España la flexibilidad para determinar su propia trayectoria soberana para alcanzar los Objetivos en Capacidades y los recursos anuales necesarios como porcentaje del PIB, y para presentar sus propios planes anuales", expone Rutte a Sánchez en una carta remitida este domingo, a la que ha tenido acceso EL MUNDO.