"No habían transcurrido ni siquiera veinticuatro horas desde que Joan Laporta transformara la inocente pregunta deportiva de una niña, desprovista de cualquier atisbo de maldad, en una soflama política cuando El Mundo publicaba que la Fiscalía Anticorrupción acababa de pedir que prestasen declaración en condición de testigos el propio Laporta y los ex entrenadores Luis Enrique y Ernesto Valverde. "