Cinco delincuentes cometieron un violento robo en una reconocida joyería de Quilmes. En cuestión de dos minutos y a plena luz del día, desvalijaron el lugar.
Los asaltantes obligaban a ingresar al local a todas las personas que intentaban escapar. Incluso llevaban una silla de ruedas para simular una situación que les permitiera pasar desapercibidos.
Una vez adentro, el hombre que simulaba ser discapacitado se puso de pie y sacó un arma. Su cómplice, que también fingía ser cliente, y otros dos que oficiaban de “campana” en la entrada, se sumaron al golpe.