Augusto y Livia no saben qué hacer con Claudio durante los juegos que se van a celebrar en honor a Druso ya que, como único hijo de este que estará presente, debería sentarse en el palco presidencial junto a Augusto. Augusto le comunica a Póstumo, al que ha adoptado como hijo, su intención de nombrarle su sucesor, pero Livia, que oye la conversación, empieza ya a tramar como deshacerse de él.