#Felinos #Jalisco #México
La historia de los depredadores en México y Jalisco ha sido accidentada y trágica, pues los grandes carnívoros se han constituido en víctimas del modelo de desarrollo expansivo sobre zonas rurales, para la apertura de zonas agrícolas, pastizales o uso temporal de selvas como agostaderos de ganado, negocios mineros y nuevos centros de población. Así desaparecieron de este estado occidental el lobo mexicano y el oso negro, y declinaron acusadamente las poblaciones de jaguar, ocelote, tigrillo y jaguarundi, mientras que a otros dos felinos, el puma y el lince, se les sigue viendo con recelo.