La última vez que Luz Yuberkis Tejada escuchó la voz de su hija fue el pasado sábado 4 de octubre, a las tres de la tarde. Lisset Melenciano Tejada le dijo que estaba bien, sin saber que esa sería su última conversación. El lunes el teléfono sonaba, pero nadie tomaba la llamada, y desde ese momento la vida de su madre se convirtió en una búsqueda desesperada por encontrarla.