El subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Alberto Baños, hará historia posiblemente al convertirse en el primer funcionario con ese cargo en presentarse ante un comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para poner en duda el número de personas desaparecidas durante los años del terrorismo de Estado y entonar la cantinela de la familia militar ampliada que sostiene que la cifra de los 30.000 fue ideada para perseguir subsidios económicos. “A partir de que ese número no puede ser negado porque entramos en el negacionismo, la verdad no les interesa en absoluto. El tema es cuestionar a la República Argentina”, dijo en referencia a los organismos de derechos humanos ante la mirada atónita de buena parte de los expertos internacionales.