El síndrome de abstinencia de la heroína, conocido comúnmente como mono, es uno de los más fuertes entre las drogas de abuso. Se localiza tanto a nivel físico como psicológico, siendo el primero el que provoca el cuadro más aparatoso. Suele comenzar con moqueo, lagrimeo, rinorrea, calambres y dolores musculares, síntomas similares a una gripe, acompañado de una fuerte ansiedad, seguido de diarrea y vómitos. El cuadro se va agudizando según pasan las horas y puede acompañarse de convulsiones y alucinaciones. Suele remitir a nivel físico entre el 4º y el 5º día. A nivel psicológico se extiende mucho más en el tiempo dependiendo del individuo. Un claro ejemplo del llamado síndrome de abstinencia, se puede encontrar en una parte de la película Trainspotting, donde un joven se sitúa en la complicada etapa de suprimir la heroína de su sistema, mostrándonos de manera un tanto severa, los conflictos físicos y psicológicos por los que debe pasar para lograr su cometido.