El sensor SeaWiFS ha sido diseñado para proporcionar a la comunidad científica datos cuantitativos sobre propiedades bio-ópticas del océano. Concretamente, SeaWifs proporciona datos sobre el color de la superficie de los océanos, de los que puede derivarse información sobre la concentración de diversos pigmentos como la clorofila, que está directamente relacionada con el contenido en fitoplacton. Este tipo de información es útil no sólo para actividades como la pesca, sino que tiene un papel fundamental a la hora de estudiar el ciclo global del carbono.